Los sondeos lo apuntaban y ha terminado sucediendo: el Partido Laborista, con Keir Starmer al frente, ha ganado las elecciones en el Reino Unido, y de forma contundente. El triunfo sirve para desbancar del poder al Partido Conservador después de 14 años en el poder, de modo que el número 10 de Downing Street cambia de propietario y Starmer será el Primer Ministro.
La derrota de los tories, de hecho, es doblemente dolorosa, ya que no únicamente se han visto sobrepasados por la izquierda, sino que han visto también como la derecha populista de Nigel Farage consigue escaños en el Parlamento.
"Lo hemos conseguido", celebró, eufórico, Starmer ante sus simpatizantes después de saber que contaba con los escaños suficientes para una mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes. "Y se siente bien, siendo sincero", admitió, antes de advertir que "un mandato como este conlleva una gran responsabilidad".
Asimismo, ha indicado que su futuro gobierno debe "devolver la política a la normalidad" y ha afirmado que "la lucha por la confianza es la batalla que define esta época". "Por eso he hecho tanta campaña para demostrar que somos aptos para el servicio público", ha señalado.
Starmer quiso dejar claro que "la gente de todo el país despertará con estas noticias, aliviada de que se ha quitado un peso de encima, una carga finalmente eliminada de los hombros de esta gran nación". "Ahora podemos mirar hacia adelante de nuevo", aseveró eufórico, mientras agradecía a quienes participaron en "una campaña tan dura por el cambio".
"Dijimos que pondríamos fin al caos, y lo haremos. Dijimos que pasaríamos página, y lo hemos hecho. Hoy empezamos el siguiente capítulo. Comenzar el trabajo de cambio, la misión de renovación nacional, y empezar a reconstruir nuestro país. Gracias a todos", dijo para terminar su intervención.
Pocos minutos antes de la comparecencia del próximo Premier, el hasta ahora líder del gobierno, Rishi Sunak reconoció la victoria de su oponente y le felicitó personalmente con una llamada telefónica. "Hoy el poder cambiará de manos de manera pacífica y ordenada, con buena voluntad de todas partes. Esto es algo que debería darnos a todos confianza en la estabilidad y el futuro de nuestro país. El pueblo británico ha emitido esta noche un veredicto aleccionador", aseguró.
Sunak quiso dejar claro que asume "la responsabilidad del fracaso" y que tanto para él como para su formación "hay mucho que aprender y reflexionar".
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