El 58,3% de españoles no está al corriente de qué bebidas y alimentos se consideran ultraprocesados y el 30% del total de encuestados no sabe exactamente qué significa 'ultraprocesado', según un estudio de Fruit Juice Science Centre (FJSC).
Además, el 32,6% no entiende la diferencia entre el concepto de 'alimento ultraprocesado' y 'alimento mínimamente procesado', informa la entidad en un comunicado.
El dietista-nutricionista Ramón de Cangas considera "alarmantes" estos índices, porque advierte de que la mala información nutricional lleva a malas elecciones alimentarias que perjudican a la salud.
De Cangas ha dicho que un alimento ultraprocesado es (según la clasificación Nova en función del procesamiento) el que se elabora a partir de ingredientes procesados y no tiene ingredientes frescos o que puedan identificarse en su presentación final.
En cuanto al mínimamente procesado, es un alimento natural que ha sido alterado sin que se le introduzca ninguna sustancia externa, y usualmente se sustraen partes mínimas del alimento, pero sin cambiarlo significativamente.
Para De Cangas, algunos malentendidos sobre los ultraprocesados "hacen que los consumidores eviten ciertos productos que contienen beneficios saludables. Productos como el zumo de naranja 100% son esenciales en una dieta equilibrada", ha añadido como ejemplo.
Según el estudio, el zumo de naranja es uno de los conceptos erróneos más comunes entre los españoles: el 21% cree que la bebida es ultraprocesada, pese a estar mínimamente procesada.
Los alimentos ultraprocesados son productos industriales elaborados a partir de ingredientes refinados y aditivos, como azúcares, aceites, grasas, sal, antioxidantes, estabilizantes y conservantes. Estos productos incluyen refrescos, snacks, comidas congeladas, embutidos, galletas y cereales de desayuno.
El consumo excesivo de ultraprocesados se ha asociado con diversos problemas de salud. Estudios indican que una dieta alta en estos alimentos puede aumentar el riesgo de obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer. Además, suelen ser pobres en nutrientes esenciales y ricos en calorías vacías, contribuyendo a desequilibrios nutricionales.
Para mejorar la salud, se recomienda reducir el consumo de ultraprocesados y optar por alimentos frescos y mínimamente procesados, como frutas, verduras, legumbres, granos enteros y proteínas magras. Adoptar hábitos alimenticios más naturales y balanceados puede ayudar a prevenir enfermedades crónicas y mejorar la calidad de vida.
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